Ingenieros del grupo GENeco están realizando pruebas en un Volkswagen Escarabajo muy especial. El célebre Beetle que han adaptado –rebautizado como Bio Bug- se impulsa con gas metano, previamente obtenido a partir de varios desechos orgánicos, entre ellos excrementos humanos.
Parece que lo habíamos visto todo o casi todo en cuanto a combustibles alternativos, pero la ciencia nos sorprende día a día. Las últimas noticias nos llegan de la empresa GENeco, cuyos ingenieros e investigadores están realizando diversas pruebas con un Volkswagen Beetle muy especial.
El nuevo prototipo recibe el nombre de Bio Bug. Para impulsarse, utiliza gas metano, obtenido previamente a partir de desechos de todo tipo, entre ellos excrementos humanos. Muchos de vosotros podéis pensar que el vehículo en cuestión podría emitir malos olores, pero no es así. De hecho, la propia cadena británica de televisión BBC ha realizado tests con el Bio Bug y aseguran quienes lo han probado que no ‘desprende olores y cuenta con un funcionamiento normal’.
Del prototipo Bio Bug se anuncia una autonomía de unos 400 kilómetros y puede llegar a alcanzar los 180 km/h de velocidad máxima. Los ingenieros de la firma GENeco han calculado que con los excrementos generados en 70 hogares en un año se podría producir gas suficiente para que el Bio Bug pudiese recorrer unos 16.000 kilómetros.
Parece que lo habíamos visto todo o casi todo en cuanto a combustibles alternativos, pero la ciencia nos sorprende día a día. Las últimas noticias nos llegan de la empresa GENeco, cuyos ingenieros e investigadores están realizando diversas pruebas con un Volkswagen Beetle muy especial.
El nuevo prototipo recibe el nombre de Bio Bug. Para impulsarse, utiliza gas metano, obtenido previamente a partir de desechos de todo tipo, entre ellos excrementos humanos. Muchos de vosotros podéis pensar que el vehículo en cuestión podría emitir malos olores, pero no es así. De hecho, la propia cadena británica de televisión BBC ha realizado tests con el Bio Bug y aseguran quienes lo han probado que no ‘desprende olores y cuenta con un funcionamiento normal’.
Del prototipo Bio Bug se anuncia una autonomía de unos 400 kilómetros y puede llegar a alcanzar los 180 km/h de velocidad máxima. Los ingenieros de la firma GENeco han calculado que con los excrementos generados en 70 hogares en un año se podría producir gas suficiente para que el Bio Bug pudiese recorrer unos 16.000 kilómetros.
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